El tendón de Aquiles es el tendón más grueso y potente del cuerpo humano, se encuentra formado por los músculos gemelos, soleo y plantar delgado que terminan en un tendón que se inserta en el calcáneo (porción posterior del talón). FIG 1.
FIG 1. La imagen muestra cómo se encuentra formado el tendón de Aquiles.
Paradójicamente y pese al gran tamaño y ser el tendón más grueso y potente del cuerpo humano el tendón de Aquiles es el que se rompe con mayor frecuencia.
De forma simple y didáctica podríamos dividir las roturas del tendón de Aquiles, en traumáticas o directas y espontaneas o indirectas.
Las rotura traumáticas o directas son infrecuentes (traumas directos, lesiones por aplastamiento y laceraciones).
Las roturas indirectas o espontaneas, son las más frecuentes, consecuencia de una tensión mecánica y una degeneración intra-tendinosa. Estas roturas indirectas, espontaneas, habitualmente se localizan entre los 2-6 cm proximales a la inserción del tendón en el calcáneo (hueso del talón).
Si bien las roturas pueden producirse en cualquier lugar de la trayectoria del tendón, aquellas que se producen en la porción media (2-6 cm proximales al “talón”) son las más frecuentes (72-73%). Las rupturas distales (más cercanas al talón, en la región de la unión tendón-hueso)son menos habituales (14-24 %) y las proximales (más cercanas a la rodilla) a nivel de la unión mio-tendinosa (unión musculo-tendón) son las menos frecuentes (4-14 %).
Existe una región en el tendón de Aquiles, entre los 2 y 6 cm proximales a su inserción en el talón (hueso calcáneo),pobre en vasos sanguíneos. Esta región hipo-vascular es vulnerable a la patología degenerativa y a roturas. FIG 2.
FIG 2. Imagen en la cual puede verse marcada la región hipo-vascular, región donde habitualmente se producen las roturas del tendón de Aquiles.
La rotura aguda espontánea del tendón de Aquiles es un patología de incidencia máxima entre la tercer y quinta década de la vida, habitualmente en deportistas ocasionales. Se produce principalmente en hombres (hombres-mujeres, relación 5:1).
Factores que predisponen a la rotura aguda espontánea del tendón de Aquiles.
Pobre vascularización del tendón.
Degeneración tendinosa.
Alteración de la unión musculo-tendón.
Alteración de la unión Hueso-tendón.
Edad (mediana edad).
Sexo (hombres).
Cambios en el patrón de entrenamiento.
Lesiones previas.
Antecedentes personales (infección, enfermedades neurológicas, autoinmunes, insuficiencia renal, aterosclerosis, dislipemia, hiperuricemia, etc).
Drogas (corticoesteroides, fluoroquinolonas).
Al momento de la rotura del tendón, habitualmente relacionado con movimientos de despegue brusco, el paciente siente dolor.Los pacientes comentan haber sentido como que los golpearon desde atrás o incluso como que les han arrojado una piedra a la pierna. Luego de esto el paciente presenta dificultad para la deambulación y debilidad del tobillo. FIG 3.
FIG 3. Dibujo que esquematiza el momento de la rotura del tendón de Aquiles
En ese momento es fundamental asistir a la consulta médica. Al realizar un completo interrogatorio y examen físico es posible lograr realizar el diagnóstico. Según cada caso en particular,el médico especialista decidirá si son o no necesario los estudios complementarios. Habitualmente el diagnóstico se realiza con la anamnesis (interrogatorio) y el examen clínico. En ciertos casos serán solicitadas radiografías, ecografías o RMN (resonancia magnética nuclear).
El diagnóstico de la ruptura agudaes clínico y podría definirse como ruptura crónica cuando ha transcurrido más de 1 mes. Es importante recalcar que aproximadamente el 20% de las roturas espontaneas del tendón de Aquiles pasan desapercibidas.
Las opciones de tratamiento varían según el paciente y el tipo de lesión. Podría dividirse el tratamiento en quirúrgico o no quirúrgico. Para poder definir el tratamiento es fundamental la consulta con el especialista.